La llamada Casa Alvarado (en su fachada lo dice), al inicio de la calle Francisco Sosa, en el barrio de Santa Catarina, se encuentra hoy la Fonoteca Nacional, donde se resguardan la música y los sonidos de nuestro país en su carácter de patrimonio nacional. Esta casa con una historia de más de 300 años, fue la última morada del Premio Nobel de Literatura 1990, Octavio Paz, de diciembre de 1997 a abril de 1998. En esta casa falleció el notable escritor, ensayista, poeta y diplomático mexicano el 19 de abril de 1998.
Su amplia obra cuenta con numerosas publicaciones que le valieron también, numerosos premios.
El Laberito de la Soledad, obra suya, expone muchos matices interesantes de la actitud y sentimiento del mexicano ante la muerte. En particular, uno de los nueve ensayos que lo componen lleva como titulo: "Todos santos, día de muertos".
Una forma posible de conmemorarlo, además de la bella ofrenda de muertos que se coloca en este recinto para él (y en ocasiones para otros escritores), es acudiendo al bello jardín sonoro de esta casa, y leer entre sus corredores y verdor, algunas páginas de sus excelentes obras.
La Fonoteca cuenta también con audioteca, sala de lectura, de exhibición, de capacitación, así como con Estudio de Grabación.
Para ver imagenes de las ofrendas de día de muertos que se colocan e este recinto y en relación con Octavio Paz, dar clic aquí.
En la Fonoteca Nacional se cuenta con una Audioteca la cual lleva el nombre de Octavio Paz.