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Muerte de Alfredo Guati Rojo (Fudador del Museo de la Acuarela)


El maestro acuarelista Alfredo Guati Rojo fue de los fundadores de la Sociedad mexicana de Auarelistas que se estableció en 1964, y dos años después pasó a ser su Presidente vitalicio. Es muy imporante resaltar que esta sociedad es la Primera en su clase en el mundo.





Primero estuvo ubicada en la calle de Puebla # 141 en la Col. Roma. Durante el fatídico temblor de 1985, el lugar fue destruido y el maestro se vio personalmente bajo los escombros. Junto con su esposa salvó la vida, y continuó su trabajo, estableciendo el Museo Nacional de la Acuarela en Coyoacán, en la calle de Salvador Novo # 88. El espacio que aprovechó y la forma de adaptarlo para ser museo es acogedor, hermoso y agradable. Se imparten talleres de acuarela y se presentan con frecuencia novedades pictóricas en amenas ceremonias.

El maestro Guati también tuvo el entusiasmo y tino de proponer mundialmente que el día 23 de noviembre se instituyera como el "Día mundial de la acuarela", moción a la que respondieron varios países apoyando la idea.

Con su esposa habitó en un mundo pictórico brillante, una sala del museo lleva el nombre de ella.

Recorrer el museo es adentrarse en la pasión de este gran hombre que culminó su obra y su vida en territorio coyoacanense, y que siguiendo una técnica artistica y una tradición prehispánica de expresión, acercará a muchas generaciones a este delicioso arte.





En su obra llamada "En pos del infinito", el maestro dibujo su rostro al lado de un esqueleto con detalles mexicanos, y anotó en el cuadro un pensamiento hermoso:




"Cada vez que miro
más allá del dolor,
este anhelo de luz
en que me inspiro.
Encuentro en el color
mis sueños a transluz
como canto y flor
en pos del infinito".

Fascinado con la poesía y la sensibilidad de Nezahualcóyotl, el maestro Guati Rojo hizo suya la filosofía náhuatl, en donde se reconoce lo efímero del paso del hombre por la vida, y por tanto, su oportunidad de dejar a su paso, "al menos flores, al menos cantos".
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Flores y cantos, obras y poesía. Esta es la herencia que nos ha dejado el maestro Guati a todos los que lo conocimos, lo tratamos, y a todos los que deseen acercarse y visitar el Museo Nacional de la Acuarela.


Coincidiendo com Nezahualcóyotl, en un muro del museo plasmó un pensamiento de dicho poeta texcocano que dice así:





"Dejaré pintada
una obra de arte.
Soy poeta
y mi canto vivirá
en la tierra
con mi canto
seré recordado.
Oh mis oyentes
me iré
me iré a desaparecer".

























Cuando el que hace esta página de internet publicaba una revista llamada "La ruta del Coyote" en el año 2002, tuvo oportunidad de entrevistar al Maestro Guati y conocer a este hombre que desbordaba cariño y pasión por la acuarela. De ese tiempo son las fotos, y desde aquí se expresa un profundo agradecimiento para su excelente caballerosidad y gentileza durante la entrevista, y en cada ocasión que le salude personalmente, ya que incluso dio permiso para que la revista se vendiera en el Museo.