En San Ángel está una placa conmemorativa para el Batallón de San Patricio en donde fueron ejecutados, y una replica de esa placa está en Coyoacán, exhibida en el Museo Nacional de las Intervenciones, en el ex convento de Churubusco.
La placa en piedra dice:
"En memoria de los soldados irlandeses del heróico Batallón de San Patricio, mártires que dieron su vida por la causa de México durante la injusta invasión norteamericana de 1847".
Aparece el nombre del Capitán John O'Reilly y otros 70 nombres más.
Varios de ellos murieron en combate, otros que fueron capturados fueron condenados a la pena de muerte utilizando la horca. Los pocos que quedaron prisioneros fueron sometidos a castigos corporales. Las ejecuciones comenzaron un 12 de septiembre.
Las palabras "Batallón de San Patricio" están grabadas con letras de oro en la sala principal de la Cámara de Diputados.
Aquí se muestra una imagen de la bandera del batallón.
La religión fue un motivo muy significativo para que los militares irlandeses abandonaran las filas norteamericanas, ya que se identificaban más con los mexicanos por ser católicos. Se dice que por ese mismo motivo de ser católicos los irlandeses, los norteamericanos les tenían pocas consideraciones cuando aun estaban en sus filas.
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En México, se reconoce la valiente y activa participación de dicho batallón, y cada año se lleva a cabo una conmemoración para honrarlos.
El Ejército mexicano y la embajada de Irlanda suelen estar presentes en este acto, en el cual se colocan coronas florales en su memoria, y se invita a un grupo de gaiteros para enfatizar el origen de este batallón. (Esto es importante mencionarlo porque a veces podrìa pensarse que solo se honran a los muertos al inicio de noviembre, y en muchos casos, se les honra cuando se conmemora su acto más significativo, para nosotros o para la nación.)
En Coyoacán en la Colonia San Mateo, hay una calle para honrarlos como mártires que se adhirieron a la causa mexicana y eso ocasionó que fueran pasados por las armas o murieron en combate.
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