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Ofrenda en el Museo Anahuacalli


En uno de los pisos superiores del Museo Anahuacalli, se monta una gran ofrenda aprovechando el gran espacio que se tiene, y visualmente resulta muy atractivo, además de que es interesante la propuesta que se elabora con el entusiasmo, materiales y creatividad de que disponen.














En el año 2010 se recreó la obra pictórica de Diego Rivera conocida como "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central", dando cuerpo y forma de calavera a varios de los personajes que en la obra destacan: La Catrina al centro, Diego Rivera niño, Frida Kahlo, José Guadalupe Posada, entre otros.

De forma permanente, una gran calavera de cartón está recargada en la pared, de modo que se integra a la composición de forma casi involuntaria.
En el interesante folleto que acompaña esta instalación de ofrenda, con un texto de Hilda Trujillo, en su último párrafo expone:
"Se ha dicho que, en Sueño de una tarde de domingo en la Alameda, Diego reunió su pasado y su presente, como si fuera un mural hecho para sí mismo. Lo cierto es que se trata de una obra que conjunta, como las ofrendas de muertos, la alegría por la vida, un homenaje a los seres queridos y la certeza de que es a través del recuerdo que se vence a la muerte".
En su autobiografía, Juan O'Gorman (quien nación en Coyoacán en 1905) escribió sobre la Casa de Frida Kahlo y el Anahuacalli:
"En el año de 1958 se verificaron las obras de reconstrucción de la casa que fue de Frida Kahlo en Coyoacán, instalándose allí un museo con las pinturas de la propia artista y conservando la casa de Frida como un ejemplo de casa auténtica mexicana.
Tanto la casa como el edificio del Anahuacalli (museo arqueológico de escultura precolombina mexicana) fueron regalados por Rivera al pueblo de México. Merced a la intervención del licenciado Narciso Bassols, el Banco de México estableción un fideicomiso para el arreglo de la casa, la terminación del edificio del Anahuacalli, la instalación del museo y la construcción de una bodega...".
"Formé parte de dicho fideicomiso y mi tarea fue como arquitecto para hacer los proyectos de ambas obras, sobre todo el de la terminación del Anahuacalli."
"Antes de morir, Diego Rivera me encomendó proyectar la terminación del edificio del museo Anahuacalli de acuerdo a sus ideas, diseños y croquis, que respeté en la medida de mis posibilidades".