Desde que se entra al edificio principal del Museo Anahuacalli, en el techo, un sonriente cráneo nos recibe.
En la colección permanente que se exhibe en el interior, particualrmente en la sala mexica, se encuentran figuras de cráneos estilizados. Son como una ventana para asomarnos al mundo prehispanico y tratar de comprender el complejo contenido de su filosofía, tan preocupado y dedicado a que luego de el paso efímero por la vida, quedaran "al menos flores, al menos cantos".
También se halla en esta sala una figura representando a Cihuacóatl, divinidad femenina que rige a las Cihuateteo, mujeres fallecidas durante el parto que por su valía, merecían acompañar al sol en una parte de su trayecto.